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Planificación perfecta para 2023

Si no te apetece leer, escucha este post hablado aquí 🎧

Hoy quiero contarte una historia que cambió totalmente la forma en la que entendía mi emprendimiento.

Y que, quizás, te ayuda a ti a entender -como yo lo hice- que si en 2022 te ha ido muy mal o no todo lo bien que necesitabas, la culpa no ha sido del algoritmo de Instagram, de la Guerra o de la inflación…, porque esto son solo circunstancias contextuales, externas, y estas siempre van a existir.

Ya sabemos lo que 2020 y 2021 han supuesto para nuestros negocios, y más si tienes un negocio digital. Dos años que han cambiado, por completo, la forma en la que vendemos y nos comunicamos. Dos años que han hecho mella en la sociedad de muchas formas.

Dos años que, si algo nos han dejado claro, es que siempre van a existir estas circunstancias contextuales contra las que no podemos luchar. Circunstancias que hacen que las reglas del juego cambien.

Pues bien, yo me pasé meses quejándome de todo, me resignaba a cambiar mi fórmula, mi patrón y echaba la culpa a todo lo que veía. Me resignaba al cambio, ni me planteaba adaptarme a nada nuevo y, mucho menos, a buscar otra forma de hacer las cosas. ¡Estaba muy enfadada!

Lo compartí con vosotras en varios posts y newsletters. Por eso veo justo que hoy comparta también cómo lo he vivido y, sobre todo, cómo encontré la solución.

Un buen día tuve una especie de revelación 😅 y lo vi claro, algo en mi cabeza me dijo:

“Chati, todo esto ha cambiado las reglas de juego, es verdad, y tienes motivos para estar hasta el <<c0ñ0>>, pero has sido tú, la que no has cambiado tu juego. ¡Está en tu mano hacer que las cosas cambien!”

 

No digo que sea mi culpa o la tuya por no adaptarnos al cambio de «hoy para mañana», pero sí entendí que somos emprendedoras y, como tal, tenemos que tener resiliencia y una actitud de adaptación al cambio continuo. ¡No nos queda otra!

Y lo sé porque yo también he caído en eso, de hecho es algo que casi me lleva al fondo del pozo.

Me costó mucho entender esto que ahora veo tan claro y, por eso, quiero compartirlo contigo.

Este email no es para reñirte, es para decirte que está en tu mano que 2023 sea diferente. Sé que estás enfadada y frustrada, así que vamos a hacer una cosa: tienes una última vez para quejarte y cagarte en todo, pero después despídete de todo eso que ya no funciona, cierra libreta y cambia el chip y, no porque yo lo diga, sino porque no te queda otra.

 

Asume el cambio, cambia el rumbo y toma acción.

 

Este es mi aprendizaje de este 2022 y quiero regalártelo para que sea el tuyo en 2023. Si lo quieres ¡tuyo es!

Yo, sin duda, seguiré aplicándolo porque me funciona bien y, sobre todo, porque me da tranquilidad saber que de alguna forma puedo hacer algo más que quedarme 👀 mirando enfuruñada.

Quizás, tendrás que trabajar más horas -hasta que encuentres tu nueva fórmula-, cambiar precios, lanzar nuevos servicios -y probar cómo funcionan-, intentar y reintentar.

Dedicar tiempo, mucho, a escuchar y crear. ¡Pero emprender es esto! Y la que crea que emprender es pensar en un curso, subirlo en su perfil de IG y empezar a facturar… Siento ser yo la que te lo diga, pero estás muy lejos de la realidad y ¡vas a sufrir mucho!

Antes de seguir quiero aclarar algo -que si llevas tiempo por aquí ya sabrás-, pero que no quiero que pase por alto: nosotros no estamos nada de acuerdo con la meritocracia, con la frase “el trabajo dignifica”, ni tampoco con el positivismo tóxico de “querer es poder”. Esto que te estoy contando no va de nada de eso.

Sabes que nosotros estamos convencidos de que la suerte juega un papel importante.

Por eso, esto que te cuento va de tomar acción y, aunque estés hasta el coño, decir “¡vale! qué puedo hacer para que toda esta mierda mejore” ¡y hacerlo!

No te hablo de resultados, te hablo de tomar acción y adaptación.

Así pues, te dejo algunas ideas con las que puedes empezar:

  1. Empieza a crear propuestas que la gente necesite. Ellos no van a comprar lo que a ti te gusta, van a comprar lo que ellos necesitan.
  2. La gente no suele saber lo que de verdad necesita. Por eso, preguntarles es un camino pero no es el único ni el más eficiente.
  3. Observa y analiza. Descubre lo que ellos necesitan y créalo.
  4. La gente te paga por soluciones o entretenimiento. Así que, si no quieres acabar bailando en reels, más vale que ¡te conviertas en la solución! 😅

 

Y esto es todo por hoy,
Espero que te ayude y te sirva.
Nos vemos dentro de dos miércoles, en la newsletter hablada/ podcast para reírnos y compartir.

Y recuerda: Crea, emprende, don´t panic!

Muchas gracias por apoyar nuestro trabajo compartiendo este contenido con quien creas puede ayudar.

Creadora & Co

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